Como prestigioso hotelero -entre otras muchas cosas, dirigió el Hotel Palafox de esta ciudad durante muchos años- se caracterizó por una sensibilidad empática por las preferencias del cliente, y por una orientación hacia la multiculturalidad en los equipos que dirigía.
Combinó su actividad profesional con la docencia, en la Escuela Superior de Hostelería de Sevilla y a partir de 2002 como fundador del primer Máster en Dirección y Gestión de Establecimientos Hoteleros, en aquel entonces como proyecto conjunto de la Fundación San Valero y la Cámara de Comercio, más tarde en la Universidad San Jorge y finalmente en nuestra escuela.
Todos sus estudiantes y nuestros profesores recuerdan con gratitud la inspiradora labor docente de Gonzalo; también en ella se distinguió por su empatía, su capacidad de establecer relaciones entre el detalle y el todo, y el acercamiento de contenidos académicos a la realidad de la profesión hotelera.
Nos despedimos de él con agradecimiento y cariño.
A Gonzalo lo conocí un día, en Zaragoza el año 2004, en el Hotel Palafox, cuando le fui a presentar el planteamiento general de mi proyecto de fin de carrera de Ingeniería. Desde aquel día estoy en deuda con él, por haber creído en mi y en mi proyecto, y por haber hecho que me enamorara de la hostelería y de los hoteles hasta el día de hoy.
ResponderEliminarPrecisamente anoche hablaba de Gonzalo con unos amigos y, pensándolo bien, creo que no ha habido semana, desde que le conocí, que no lo haya tenido en mi cabeza, o haya hablado de él... y creo que hay muy pocas personas de las que pueda decir eso...
Conmigo siempre fue generoso, paciente y comprensivo... siempre me escuchó, y me trató como un igual... siempre quiso enseñarme, y siempre le escuché. Hoy, siempre que hablo de él delante de alguien que no ha tenido la suerte de conocerle, siempre aclaro diciendo: GONZALO GURRIARÁN, MI MENTOR.
Con sorpresa me he enterado de su fallecimiento, y me invade una sensación de infinita tristeza, ya que ninguno vamos a poder seguir siendo testigos de su sabiduría y "savoir-fair", únicos e insustituibles.
Cuando alguien deja una huella tan imborrable en tanta gente, es porque su vida a valido la pena y, todos nosotros,amigos, mujer, hijos y familia hemos sido muy afortunados de que en algún momento de nuestras vidas te cruzaras con nosotros.
Muchas gracias, Gonzalo, por tu amistad, por tu generosidad, por tu humildad, por tu sabiduría,... y por muchísimas cosas más. Gracias
Un fuerte abrazo a toda su familia desde Palma de Mallorca
Javier